¿Cómo funciona el sistema de ventilación?

Cómo utilizar el sistema de ventilación de toda la casa

La ventilación es la introducción intencionada de aire exterior en un espacio. La ventilación se utiliza principalmente para controlar la calidad del aire interior diluyendo y desplazando los contaminantes interiores; también puede utilizarse para controlar la temperatura interior, la humedad y el movimiento del aire en beneficio del confort térmico, la satisfacción con otros aspectos del ambiente interior u otros objetivos.

El diseño de edificios que promuevan la salud y el bienestar de los ocupantes requiere una clara comprensión de las formas en que el flujo de aire de ventilación interactúa, diluye, desplaza o introduce contaminantes dentro del espacio ocupado. Aunque la ventilación es un componente integral para mantener una buena calidad del aire interior, puede no ser satisfactoria por sí sola[5]. En los casos en los que la contaminación exterior podría deteriorar la calidad del aire interior, también pueden ser necesarios otros dispositivos de tratamiento, como la filtración. En los sistemas de ventilación de las cocinas, o en las campanas extractoras de los laboratorios, el diseño de una captura eficaz de los efluentes puede ser más importante que la cantidad de ventilación en un espacio. En términos más generales, la forma en que un sistema de distribución de aire hace que la ventilación fluya dentro y fuera de un espacio influye en la capacidad de una determinada tasa de ventilación para eliminar los contaminantes generados internamente. La capacidad de un sistema para reducir la contaminación en un espacio se describe como su «eficacia de la ventilación». Sin embargo, el impacto global de la ventilación en la calidad del aire interior puede depender de factores más complejos, como las fuentes de contaminación y las formas en que las actividades y el flujo de aire interactúan para afectar a la exposición de los ocupantes.

Tipos de sistemas de ventilación mecánica

Cuando se piensa en ello, la eficiencia energética no sólo consiste en ahorrar dinero en las facturas de energía, sino que realmente se trata de utilizar menos energía para proteger la salud humana, asegurar el confort y proteger su casa de los daños. A medida que el aire se mueve a través de su casa, elimina los contaminantes que incluyen olores, gases, partículas y (lo más sorprendente) la humedad. Pero también puede contribuir a que haya corrientes de aire en las paredes y a que los niveles de temperatura y humedad en el interior sean incómodos. La ventilación y la distribución del aire adecuadas desempeñan un papel importante a la hora de proporcionar un hogar seguro, cómodo y duradero de la forma más eficiente posible.

¿Qué determina la calidad del aire en su casa? Esta sección está diseñada para ayudar a responder a esta pregunta explicando primero cómo se mueve el aire de forma natural a través de una casa típica, y luego describiendo cuáles son los principales contaminantes y cuál es la mejor forma de controlarlos.

Prácticamente todas las casas, incluso la suya, intercambian aire interior con el exterior. Esto se debe a dos razones: En primer lugar, una casa siempre tendrá algunas fugas (pasos de aire), por pequeñas que sean, que conectan el interior con el exterior. Entre ellas se encuentran los grandes huecos alrededor de las tuberías, los conductos de ventilación y las chimeneas, y pequeñas grietas en lugares como la unión entre el marco de la ventana y la pared. La segunda razón para el intercambio de aire es que hay diferencias de temperatura y presión entre el interior y el exterior: el aire se esfuerza por pasar de las regiones de alta presión de aire a las de baja presión.

Requisitos de ventilación de toda la casa

Todo comienza con la ventilación disponible. Si la cantidad de aire fresco que entra en su casa es demasiado escasa, los contaminantes empiezan a acumularse sin espacio para salir, lo que puede causar problemas de salud y confort.

La ventilación natural es el tipo de ventilación más fácil y popular; sin embargo, puede no ser suficiente en algunos casos. Veamos los tres tipos principales de ventilación: natural, puntual y de toda la casa, divididos en varias subcategorías para ayudarle a elegir la mejor opción para su hogar.

Como su nombre indica, la ventilación natural se produce sin equipos artificiales y se basa en el viento para crear movimiento de aire dentro y fuera de su casa. Este movimiento natural del aire puede producirse a través de las ventanas, las puertas abiertas y cualquier abertura, como las puertas para mascotas.

La ventilación natural funciona incluso si el viento sopla en contra de la dirección de su casa. En este caso, el aire es forzado a entrar en las ventanas por el lado que da al viento, mientras que un efecto de vacío saca el aire de las ventanas.

El inconveniente de utilizar la ventilación natural es que es poco fiable. No puede ventilar su casa de manera uniforme en todo momento, especialmente si sella las aberturas para ahorrar energía cuando calienta o enfría. Este método también depende en gran medida de la temperatura exterior, lo que hace que no sea fiable en condiciones meteorológicas extremas. Por ejemplo, cuando hace viento, una casa que no está bien aislada recibirá mucho aire, pero no será fácil de calentar o enfriar. Y en un día seco y sin viento, no recibirá aire fresco.

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Los objetivos principales de un sistema de calefacción, ventilación y aire acondicionado (HVAC) son ayudar a mantener una buena calidad del aire interior mediante una ventilación adecuada con filtración y proporcionar confort térmico. Los sistemas de HVAC se encuentran entre los mayores consumidores de energía en las escuelas. La elección y el diseño del sistema HVAC también pueden afectar a muchos otros objetivos de alto rendimiento, como el consumo de agua (equipos de aire acondicionado refrigerados por agua) y la acústica.

Las siguientes acciones detallan cómo los ingenieros pueden diseñar un sistema de calidad que sea competitivo en cuanto a costes con los diseños de ventilación tradicionales, a la vez que proporciona con éxito una cantidad y calidad adecuadas de aire exterior, menores costes energéticos y un mantenimiento más sencillo.

La norma nacional consensuada para la ventilación de aire exterior es la norma ASHRAE 62.1-2010, Ventilación para una calidad de aire interior aceptable, y sus apéndices publicados. Esta norma suele incorporarse a los códigos de construcción estatales y locales y especifica las cantidades de aire exterior que deben proporcionarse mediante sistemas de ventilación naturales o mecánicos a diversas áreas de la escuela, incluidas las aulas, los gimnasios, las cocinas y otras áreas de uso especial.